Todas las empresas o sectores tienen puntos débiles y están atadas a factores económicos que podrían provocar que su negocio se viese perjudicado. Sin embargo, es muy difícil que el conjunto de sectores que cotizan en el mercado bursátil, tuvieran un mal rendimiento en el mismo espacio de tiempo. Esto solo ha ocurrido en crisis económicas de gran índole como la crisis del 29, la crisis de inicios de los 70, o la crisis financiera de 2008, o la crisis provocada por la pandemia de 2o20. En el resto de casos, siempre hemos visto sectores que han tenido un buen comportamiento pese a que las condiciones económicas fueran malas. Esto significa, que si tienes una cartera bien diversificada, controlarás el riesgo incluso en los peores momentos. Además, también existen activos alternativos a la renta variable como los metales preciosos, que suelen tener un buen comportamiento en condiciones malas a nivel económico. En definitiva, el mercado financiero te da la oportunidad de crear una cartera segura y resistente, solo debes conocer con detalle cual es la función de cada activo.
Teniendo en cuenta todo esto ¿Por qué no diversificas tus inversiones en varios sectores y activos? Está comprobado que distribuir las inversiones en diferentes activos, aporta seguridad, y altas rentabilidades a nuestra cartera ante cualquier contexto económico.
¿Te gustaría ver lo que ha subido el índice del S&P 500 contra el índice del S&P 500 diversificado desde el año 2000? El resultado es muy revelador.
- S&P 500 Diversificado: +531%
- S&P 500: +264%
Sin más dilación…¡Vamos a la práctica!
Imagina que tu cartera de 100.000€ está invertida en un índice de renta variable como el Dow Jones Industrial durante la crisis del 1929, y mantienes tu inversión durante 10 años:
- Inversión en renta variable: 100.000€
- Evolución renta variable 1929-1939: -60%
- ¡Patrimonio final: 40.000€!
Evolución de la renta variable (1929-1939)
Ahora imagina lo siguiente:
Inviertes tu patrimonio en el mismo periodo de tiempo, pero en lugar de invertir el 100% de tu dinero en el Dow Jones Industrial, inviertes de manera más inteligente: colocas un 35% de tu patrimonio en oro, y un 65% en el índice Dow Jones Industrial:
- Inversión en renta variable: 65.000€
- Evolución renta variable 1929-1939: -60%
- Inversión en Oro: 35.000€
- Evolución oro 1929-1939: +120%
Evolución de la renta variable (1929-1939)
Evolución del precio del oro (1929-1939)
¡Resultado!
- Inversión en renta variable: 26.000€
- Inversión en Oro: 77.000€
- ¡Patrimonio Final: 103.000€!
De esta manera, en la crisis del 1929 -la peor crisis de la historia de los mercados financieros- donde todos los inversores habrían perdido más de la mitad de su dinero y estaban muy lejos de recuperarlo, un inversor inteligente que conoce los diferentes contextos económicos, y la función de cada activo en cada uno de ellos, habría ganado dinero, ¡Y ahora tendría la oportunidad de comprar renta variable con un 60% de descuento!
Pero esto no solo ocurrió en la crisis del año 1929, también ocurrió a finales de los 60, y a finales de los 90. En esos periodos, el oro multiplicó su precio por 6 y 7 veces, mientras que la renta variable cayó alrededor 50%.
Evolución de la renta variable (1870-2020)
Ahora, echa un vistazo al comportamiento del oro en los periodos de crisis financieras..
Evolución del precio del oro (1929-1939)
Evolución del precio del oro (1970-1980)
Evolución del precio del oro (2000-2010)
Estos son ejemplos claros de la utilidad de los activos en diferentes contextos económicos, pues no es más importante el que más gana a corto plazo, sino el que crea la cartera más segura a largo plazo.
Para ganar dinero en los mercados financieros es muy importante conocer todos los activos, su función, y el momento óptimo de cada uno. Una vez conoces todo esto, debes aplicarlo de manera inteligente, y así podrás obtener buenos resultados.